Uno de los primeros recuerdos que tengo es ver las series animadas de Spiderman y los X-Men con mi hermano; creo que desde entonces me empecé a familiarizar con el mundo Marvel. Después uno que otro cómic — no muchos para ser sinceros —, tarjetas coleccionables y hartos juguetes y videojuegos relacionados con los diferentes personajes de este mundo fantástico. Siempre tuve ese amigo o esos amigos que eran “mis expertos en cómics” a quienes consultaba dudas y a quienes pedía me explicaran lo que había sucedido en tal o cual historia. Luego, la explosión: películas, series y un Universo Cinematográfico.