Todos sabemos que de unos años para acá The Big Bang Theory perdió cierto fulgor. Dejó de ser novedoso quizá pero siguió explorando a sus personajes y trató de no serles infiel. Vimos un verdadero crecimiento psicológico en los personajes y rompimos con el prejuicio del nerd inadaptado.
Si eres fan de la serie o si le perdiste la pista pero en algún momento realmente la disfrutaste esta reseña es para ti. La fuerza mediática de este evento pudo ser mayor en otras épocas, con todo, deja un espacio en la comedia estadounidense y agota un modelo cómico que está más que explorado en 12 años.
Antes de esta serie la imagen de los adultos interesados en los cómics y los videojuegos pasaba por mero infantilismo y, claro, la serie reafirmó esta idea pero también nos mostró que estos individuos podían dejar de ser solteros, vírgenes, adolescentes e inadaptados pero nunca dejaron de ser unos geeks de primera clase. Con cómics, con ciencia, con la vida misma, pero nerds que encontraron su lugar en un mundo que antes los juzgaba y que ahora parece tenerlos por referentes. Ciertamente la serie terminó después de su pico pero con todo nos planteó una interesante premisa.
Sheldon y Amy ganaron juntos el Premio Nobel de ciencia y, a pesar de ser el sueño más egoísta del físico, por el cual en repetidas ocasiones durante estos años justificó su desinterés por la gente y cosas mundanas, descubre que habría sido imposible conseguirlo sin sus amigos, sin su esposa y sin romper con ese aislamiento voluntario que había generado para sí mismo.
Por su parte, tras semanas y episodios de discutir sus opiniones encontradas en cuanto a la paternidad y maternidad, Penny y Leonard descubren que serán papás. La serie termina sin que sepamos más pero nos muestra el cambio de paradigma de esta pareja tras la noticia.
Finalmente, en un gesto metafórico, el elevador que por doce años fue inservible vuelve a funcionar. La escena final ve al grupo de amigos comiendo juntos en el ahora apartamento de Penny y Leonard mientras el clásico tema de la serie suena en un tempo más lento en una versión acústica.
Así termina una serie que tuvo un impacto con su llegada que no logró igualar en este final pero que seguramente a todos nos dejó algún buen recuerdo. Chuck Lorre confirmó que este final es a propósito poco impactante pues no querían romper con el flujo dinámico que los personajes han preservado por tanto tiempo. El resultado es algo mediocre quizá pero significativo y lógico para quienes siguieron la serie o cuando menos se mantuvieron al tanto de ella durante estos años.