La semana pasada inició con una tristísima noticia y frente a una complejísima situación. El suicidio de Armando Vega Gil y la relación de éste con los señalamientos en su contra que se dieron a conocer a través de la cuenta de Twitter Mee Too Músicos Mexicanos ha sido una situación que ha provocado un sinfín de opiniones diversas.
Era natural que ante un evento de este impacto, la banda de la que formó parte de manera icónica guardara silencio hasta poder articular una opinión concreta y clara.
La tarde del 7 de abril, Botellita de Jeréz dio a conocer su posición ante lo sucedido enfatizando que «ni la causa feminista ni el movimiento Me Too, son culpables» del suicidio de Vega Gil.
«Nos oponemos resueltamente a la violencia contra las mujeres, expresada en acoso, hostigamiento, violaciones y bárbaras expresiones de misoginia, como los nefastos feminicidios. Nos sumamos a ideas compartidas por muchos mexicanos y mexicanas: desterrar las violencias de género, superar los machismos de hombres y mujeres, favorecer la equidad de género y abonar a la construcción de una cultura de paz y buen trato», escribió la banda.
Además declararon que la disolución de la agrupación, que fue una de las consecuencias de la muerte de Vega Gil, «queda en un segundo plano con respecto a un tema fundamental: avanzar en los esfuerzos para deponer la violencia en contra de las mujeres». También pidieron a sus seguidores «no caer en provocaciones y polarizaciones».
Asimismo propusieron «una seria reflexión en torno al suicidio en general. Privarse de la propia vida en sí mismo no representa cobardía o valentía; tampoco es una falsa salida, ni necesariamente es consecuencia de severas alteraciones emocionales. Es una opción extrema pero respetable».
Respecto al anonimato y aparato de denuncia que se ha generado en redes sociales dijeron: «Reconocemos que, hoy por hoy, el anonimato de las víctimas es un recurso que las protege de nuevas agresiones y revictimizaciones. Somos conscientes que el aparato de impartición de justicia es deficiente, misógino y no ha funcionado a favor de las afectadas, sino al contrario. Por otro lado, consideramos que los espacios de denuncia pública necesitan urgentemente de filtros, protocolos, normatividades internas y marcos éticos que garanticen el ejercicio de los derechos de presunción (de inocencia, verdad, justicia y reparación, logrando distinguir las venganzas oportunistas). No hacerlo nos coloca frente a un escenario de futuras imputaciones sin sustento, a la exhibición mediática de inocentes, linchamientos morales, estigmatización, descrédito y daño en la reputación de las personas señaladas y sus familias. Desde nuestra reciente experiencia les decimos: las consecuencias pueden ser lamentables y sin sentido, perpetuando la violencia irracional en que nos seguimos sumergiendo».
Terminaron dando su testimonio respecto a la vida de Armando Vega Gil de quien destacaron «una gran calidad humana» y subrayaron que además de ser uno de los fundadores de Botellita de Jeréz fue «un escritor reconocido que editó una treintena de libros, algunos de estos dirigidos a las niñas y los niños. Hizo música infantil con El Ukulele Loco, proyecto motivado por su reciente paternidad.[…] Fue fotógrafo, dirigió cortometrajes, hizo videos y guiones para películas, apoyó organizaciones en causas nobles, dio talleres literarios y sobre todo, sembró un gran cariño en muchas personas. Así lo queremos recordar y nos gustaría que los demás lo hicieran, como la persona que realmente llevamos en nuestros corazones».