Capítulo especial del documental Bios de National Gegraphic, Un Segundo MTV Unplugged y un esperado concierto con un repertorio completísimo en el Foro Sol cerraron las celebraciones de los 30 años de una de las bandas más influyentes de la escena latinoamericana: Café Tacvba.
La noche fue inmersiva, íntima, directa y reanimadora. Recordó, a propios y extraños, la diametral distancia que existe entre ese gigante musical de estudios, premios y discos y la puesta en escena, emocional y personal que es el Café Tacvba cuando está en su esencia, cuando está en su mejor versión. Cuando es sincero, cuando desnuda el alma en el escenario y cuando comparte el cariño, el agradecimiento, las bendiciones y la festividad.
Con un intro calcado del Sino conectando Seguir Siendo y Tengo Todo, la noche empezó en esta nota introspectiva sólo para desembocar en la reflexión de la vida en el escenario que es Cero y Uno. Ahí, ya con la mente relajada, pensante, suelta y disipada llegaron «las viejitas» desde Debajo del Mar, Labios Jaguar y La Zonaja hasta Trópico de Cáncer e Ixtepec.
Luego, la mezcla de potencia y tranquilidad que es Volver A Comenzar para sumergirse en una revisita al Revés, el álbum instrumental de la banda que aquí se acentúo con un par de nuevos recursos de sintetizadores, con una definición distinta del sonido y algunos juegos con la distorsión que nos regalaron versiones con ligeras pero placenteras variaciones. Como intromisión Futuro y más tarde un tributo a Violeta Parra con Gracias a La Vida.
Ya animado el público llegó la visita de Los Tres de Chile, la banda contemporánea de los Tacvbos que inspirara el Vale Callampa. El pie lo daría Tírate sólo para que Álvaro Henriquez y companía interpretaran Amor Violento junto a Rubén y La Torre de Babel, uno de los grandes éxitos de los chilenos. Este bloque cerraría con un Déjate Caer con todo y el tradicional baile de los originarios de Satélite.
Ojalá que Llueva Café (con la colaboración en el violín y las voces de el Dúo Huasteco), Un Par De Lugares, Puntos Cardinales, Olita del Altamar, Las Flores, Chilanga Banda, El Fin de la Infancia y La Chica Banda cerrarían la presentación para dar paso al primer encore compuesto por un Meme emocional con, quizás, la más sentida interpretación de El Mundo En Que Nací que le hayamos escuchado; seguido de una muestra sonora de rock, elementos electrónicos, simbolismos y profundidad lírica con Encantamiento Inútil el primer regreso de la banda cerraría con Eres, Quiero Ver y El Baile y el Salón.
Finalmente, un segundo encore, en una nota mucho más meditabunda partiendo de Diente de León para completarse con Zopilotes, El Espacio y María. Pero la cosa no acabó allí, había una sorpresa final que la banda nos tenía preparada y que resultó ya para muchos polémica: el regreso de La Ingrata.
La llamada «versión feminista» del tema fue, en palabras de los propios músicos y su colaboradora, Andrea Echeverri de los Aterciopelados, una búsqueda por «resignificar» el tema que hacía ya tres años dejaron de tocar por reflejar estructuras de violencia contra la mujer que podrían ser normalizadoras de dicha conducta. En tono de broma, Andrea le dijo a la banda que no habían tocado el tema porque «se les fue la mano un poquito [con él]» a lo que Rubén respondió en una actitud consecuente «la hicimos de jóvenes».
La nueva versión del tema cambia el segundo verso por un «ingrato, no me importa si me quieres, vale madres si me dejas, vengo a romper tu espada, a mandarte a la chingada; ingrato, porque soy independiente, porque no te necesito, no soy tu media costilla, es respeto lo que exijo; ingrato, como madre yo reclamo: ni una más es lo que pido, ningún macho abusivo violará a una chava. Que la violencia se desaparezca, la tolerancia sea la bandera».
Así, con una noche compuesta de introspección, emotividad, folklor, rock, instrumentales, sintetizadores, mensajes sociales, resignificaciones, gratitud, cariño entre público y músicos y un Café Tacvba en la mejor de sus versiones, los músicos mexicanos nos recordaron por qué durante tres décadas han logrado mantener una sólida carrera y consolidar la posición que el rock en español les ha otorgado. Ojalá la escena latinoamericana le siga dando vida a la música de Quique,Meme, Joselo y Rubén por muchos años más para seguir gritando a todo pulmón: ¡Ya llegó el Café Tacvba para meterle al taconazo como se debe!