


Folklor
Como parte de los grandes valores que solemos ostentar como latinoamericanos, el folklor, nuestro espíritu y herencias autóctonas, suele ser uno de los más ricos y que mayor orgullo inspiran. No sin razón, ciertamente, pero, en ocasiones, quizá sin un apropiado examen y consciencia de la naturaleza de ese cuerpo de tradiciones, frases, chistes, comportamientos e historias que compartimos y sobre los que erigimos una identidad social y cultural.

Eugenesia
Como una consecuencia natural de la sobrepoblación de contenidos avocados a los superhéroes y los diferentes ángulos desde los que sus historias logran mantenerse atractivas, vigentes y apelativas para su público, una tendencia de revisión, reflexión y reinterpretación de los lugares comunes del género brota a través de contenidos que cuestionan, con una sana dosis de realidad, qué implicaría tener estas figuras cuasi divinas en un mundo tan radicalmente falible como el nuestro. De este modo, surge Invincible de Robert Kirkman.

Mis padres a mi edad
Hace algunos días cumplí 30 años de edad y, como asumo que es natural, una reflexión sobre lo que he logrado y lo que he hecho con mi vida en tres décadas de existencia inundó poco a poco mis días. La reflexión, por supuesto, pasa por una casi inevitable comparación con otras personas de mi edad, con mi gente cercana en estos años y, quizá la más determinante, una comparación con mis padres a mi edad. Entonces llega una historia como Minari del director estadounidense de ascendencia coreana Lee Isaac Chung.

Espejo
Como he escrito antes, me parece que el lugar de los hombres en esta histórica lucha (i.e., la feminista) debe de alejarse del imprudente impulso del ego que busca protagonizar, categorizar y determinar algo que, en última instancia, somos incapaces de comprender fielmente pues, al final, nos es imposible vivir la hostil experiencia subjetiva del mundo que las mujeres sí viven día a día. Sin embargo, esto no nos exime ni nos incapacita para ver al reflejo de nuestra realidad que, por feo, escabroso y difícil de asimilar que sea, nos ponen enfrente millones de voces que apuntan a una violencia propagada, sostenida y ejercida de manera sistemática sobre ellas. Una violencia que retrata la cinta británico-estadounidense ganadora a Mejor Guion Original de la pasada entrega de los Premios Oscar: Promising Young Woman o Hermosa Venganza.

Más adelante en el camino
Con el atípico año que fue el 2020 y las consecuencias que trajo para cada uno de nosotros, las distintas industrias del entretenimiento también tuvieron que adaptarse y reajustar sus procesos y protocolos. Así, los populares Premios Oscar tuvieron que elegir entre un limitado catálogo de títulos para definir sus galardones. Entre ellos, la mejor película de 2020 – 2021 según la Academia Estadounidense, Nomadland de Chloé Zhao.

Del videojuego al cine
Las retadoras, estimulantes, turbulentas y entrañables transiciones tecnológicas y existenciales que han caracterizado a las últimas décadas del siglo XX y las primeras del siglo XXI no se han limitado, en los medios de entretenimiento, sólo al cine, la televisión y sus productos. De hecho, en el centro de estos nuevos modos de acceder a la realidad, reimaginarla y experimentarla a través de la fantasía y la ficción, aparece también una peculiar manera de expandir nuestros sentidos y nuestras capacidades perceptivas: los videojuegos.

Anthony
Con anterioridad he hablado de la intrigante tarea de introspección que nos establece la, más recurrente que rara, falibilidad de nuestra memoria y, en específico, su fragilidad como el sustento de nuestra experimentación subjetiva de la propia identidad y de la realidad. Hoy, vuelvo al asunto a los ojos de The Father o El Padre que, justamente, nos adentra en la experiencia de una mente mellada por la demencia senil.

Libertad querida vs. Libertad ganada
Mi intención en este texto no es caracterizar la historia de Fred Hampton, William O’Neal y el Partido Pantera Negra, según se retrata en Judas and The Black Messiah (Judas y El Mesías Negro) del cineasta neoyorkino Shaka King, específicamente dentro de los márgenes de esta pugna política de los años 60s, sino, simplemente, atender a dos modelos de libertad apuntados por la película: una libertad querida (por el Partido Pantera Negra) y una libertad obtenida (por O’Neal y los afroestadounidenses como resultado de la muerte de Fred Hampton en 1969).

Adultescente
Siempre me ha inquietado la clásica idea de que la adultez y la madurez van de la mano. En especial porque no me queda clara la definición de una persona madura. Claro, entiendo que la intención es decir que alguien maduro goza de sensatez, prudencia y buen juicio como consecuencias de una experiencia vital y de cierta plenitud o estabilidad adquiridas a través de ella.

Un crepúsculo de ídolos
En más de uno de mis textos he expresado mi gusto por los diversos mundos de superhéroes y las mitologías modernas que estos despiertan. Mi afirmación, no obstante, quizá peca de cierto carácter hiperbólico, sin embargo, detrás de éste, hay una simple y genuina intención: capturar cierto entusiasmo que nace de un producto del entretenimiento que da pie a una reflexión. Entusiasmo avivado, en esta ocasión, por La Liga de la Justicia de Zack Snyder, el modo en que presenta a sus personajes como auténticos ídolos (de carácter cuasiteológico) y el interesante discurso que deja sugerido.