No es novedad que los géneros de fantasía y épica tienen un público cautivo y fiel siempre que sus historias estén bien diseñadas y construyan universos realmente admirables. La historia de El cristal encantado que veremos en Netflix es una precuela de la película creada por Jim Henson en 1982.
Uno de los puntos más interesantes de aquella película, y esta serie de 10 capítulos, es que sus protagonistas son marionetas y, claro, podría sonar ridículo para ciertas personas hablar de este tipo de personajes, sin embargo, es interesante cómo la serie explora y explota las cualidades estéticas que ofrece el uso de esta técnica.
Comparte una lógica motriz con la realidad física pero permite ciertos accesos propios de la animación sin permitirse caer en el absurdo que la caricatura o la animación con CGI logran.
La serie se estrena el 30 de agosto y seguirá la historia de Rian, Brea y Deet, tres Gelflings (una raza tipo elfo) que descubren el poder de una raza maligna, los Skeksis, ante quienes se rebelan, iniciando una aventura para salvar al mundo.