Inspirada por los complicados momentos que nos ha traído el 2020, Gwen Stefani vuelve a un sonido influido por el reggae, el ska y el rock pop de la banda que la diera a conocer en los noventas: No Doubt. Se trata del primer sencillo de lo que se espera sea su primer álbum desde 2017.
El track fue presentado en vivo como parte de la edición estadounidense del reality show The Voice el pasado 7 de diciembre y es un modo de expresar «que estoy de vuelta con nueva música», declaró la cantante.
Es un tema de claras raices en los sonidos jamaicanos que le dieran una frescura específica al sonido de No Doubt; sin embargo, al tratarse de un lanzamiento en solitario de Stefani resulta mucho más cercano a las estructuras del pop.
En suma, el resultado es una combinación de nostalgia noventera y frescura pop que enfatiza los orígenes musicales de Gwen Stefani y los reconoce como parte de una identidad que no se ha perdido.