La cercanía entre la vida y la muerte se vuelve patente con casos tan absurdos como la muerte de Kobe Bryant. Absurdos por inexplicables, por innecesarios, por frustrantes, por reales. A sus 41 años mientras viajaba con su hija Gianna y siete personas, Kobe Bryant perdió la vida en un accidente de helicóptero (que era el modo en que el basquetbolista se transportaba alrededor de California) para el que todavía hay una investigación en proceso.
Gianna de 13 de años era una joven prospecto a la WNBA. Si bien ningún rank oficial la consideraba aún por su edad, su padre y ella misma se encargaron en múltiples ocasiones de dejar ver que el legado en el baloncesto del ex Laker recaería en sus manos.
Por su parte, Kobe Bryant era más que una figura del basquetbol, considerado entre los mejores de la historia del deporte ráfaga y una fuente de inspiración para atletas en múltiples disciplinas y países.
Algunos medios que han capturado la noticia por su relevancia hablan del carisma de Kobe Bryant o de cómo siguió la escuela de baloncesto de Michael Jordan, sin embargo, nada de eso es del todo preciso.
Es cierto que el juego de Kobe fue heredado de un arduo estudio de su ídolo y amigo, sin embargo, su juego se destacó por sus propias cualidades y por eventos inigualables como alcanzar el segundo récord más alto de puntos en un partido con los todavía increíbles 81 que anotó frente a los Toronto Raptors el 22 de enero de 2006.
Récord que abonara en el tópico corriente en el mundo del basquetbol de que el estilo de juego de Kobe se basaba en no pasar el balón. Asunto que se convirtió en tópico humorístico y que retrataba con cierta ironía la garra y carácter que dieron identidad a este personaje en la duela.
Mamba fue campeón de la NBA en cinco ocasiones, dos veces MVP de las finales, una vez MVP de la liga, 18 veces parte del Juego de Estrellas, 11 veces parte del Primer Equipo de la NBA, 9 veces parte del Primer Equipo Defensivo de la NBA, ganador del Concurso de Clavadas, 2 veces Medallista Olímpico y una vez campeón del Mundial de Basquetbol de la FIBA. Ocasionando, todo ello, que los Lakers retiraran los dos números que usó durante su carrera con ellos, el número 8 y el número 24.
De ese modo, la llamada simpatía de Black Mamba no era tal cosa en realidad. No era el carisma de «buen niño» de Michael Jordan o el carisma polémico y anticarismático de Lebron James; Bryant no fue conocido en las canchas por tener una actitud sonriente y feliz, por el contrario, fue bien conocido por su disciplina, su dureza con sus compañeros, su resiliencia, su exigencia y su autoexigencia.
Características, todas ellas, que se convirtieron en la llamada Mamba Mentality (Mentalidad Mamba), que trataba de dar un nombre a la particular perspectiva del jugador sobre su deporte, sobre el trabajo y sobre la vida. Y que, además diera lugar a un libro titulado The Mamba Mentality: How I Play, escrito por el nacido en Pennsylvania.
Esta filosofía de trabajo se convirtió en la nota principal de la vida de Bryant fuera de las duelas, la misma que le llevara a trabar excelentes amistades con celebridades de todos los ámbitos. Así, personalidades como Jay-Z, Drake, Kevin Hart, Arnold Scwarzenegger, Justin Bieber, Quavo, Jack Nicholson y el expresidente de los Estados Unidos Barack Obama se cuentan entre aquellos que tuvieron alguna cercanía con el jugador.
Por su parte, fuera de la cancha y en su etapa de retiro, Kobe Bryant fue conocido por sus mensajes de apoyo y solidaridad con sus compañeros cuando estos pasaron por episodios difíciles. Así, por ejemplo, uno de los más lamentables casos de accidentes que afectaron una carrera, Jay Williams.
El ahora locutor dio una muestra del apoyo que recibió por parte de Bryant cuando el joven jugador de los Bulls se accidentara al viajar en motocicleta hace algunos años. Hecho que terminó con su carrera de jugador pero inició una muy sólida de comentarista en la que Mamba tuvo un significativo influjo.
Sin embargo, la vida de Bryant fuera de las canchas no siempre fue un cuento de hadas. Así, durante 2003 el atleta enfrentó las acusaciones por agresión sexual por parte de una joven empleada de un hotel. Bryant aceptaría, después del desarrollo del caso, que ambos tuvieron relaciones sexuales, en franco adulterio por parte del basquetbolista, pero que para él se habría tratado de un acto plenamente consensuado.
Después de un proceso que terminara con la indisposición de la parte acusadora de presentarse a declarar, el caso sería desestimado y pasaría posteriormente a continuar su proceso por medio de una demanda civil hecha por separado y arreglada en privado por ambas partes.
Punto en el que el jugador perdió varios patrocinios y su simpatía mediática se vio gravemente mellada. Mismo en el que haría pública una mea culpa en la que enfatizaría: «Aunque realmente creo que este encuentro entre nosotros fue consensual, ahora reconozco que ella no lo ve ni vio el incidente del mismo modo que yo. Después de meses de revisar el proceso jurídico, escuchar a su abogado e incluso escuchar su testimonio en persona, ahora entiendo cómo es que ella sintió que no dio su consentimiento para este encuentro».
Por lo demás, el jugador tuvo también una pequeña pero intrigante carrera como rapero, en la que tuvo la oportunidad de aparecer, incluso, en uno de los discos de Destiny’s Child.
Además de colaborar con varios músicos del género apareciendo, incluso, en videos oficiales.
Su nombre y figura fue también inspiración para múltiples canciones de múltiples músicos, entre los que destacan Lil Wayne, Sho Baraka y otros más.
En las artes visuales, Bryant se haría acreedor a un Premio Óscar de la Academia por Mejor Animación en 2018 con el cortometraje Dear Basketball. Creado y narrado por él, el texto sería una derivación de la carta con la que anunció su retiro de las duelas.
Además, su nombre y figura serían referidos en múltiples series y películas, incluyendo pequeños cameos y apariciones en programas como All That de Nickelodeon o Ridiculousness de MTV.
Bryant participó también activamente en el mundo de los videojuegos con una marca propia de simuladores de basquetbol titulados NBA Courtside así como su participación en las principales franquicias de este tipo de juegos en múltiples números de NBA Live y NBA 2K. Con una edición especial dedicada al fin de su carrera en 2017 con NBA 2K17.
En sus últimos días, el filántropo, músico, políglota (hablaba español, italiano y su nativo inglés, además de conocer vocabulario en otras lenguas), ganador del Óscar, medallista olímpico, multicampeón de la NBA, multigalardonado basquetbolista, escritor, empresario y creador de contenido se encontraba en la promoción de la segunda temporada de The Punnies, su podcast para niños que pretendía ayudar a los pequeños con el manejo de sus emociones y la creación de condiciones fértiles para que éstos pudieran explotar su máximo potencial.
Así, la pérdida de uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia, un gran creador y motivador y una personalidad, en toda regla, de la cultura angelina, ha causado reacciones, tributos y homenajes alrededor de las múltiples industrias con las que se involucró.
Como dijo alguno de sus conocidos tras la noticia, lo triste de la muerte de Mamba radica en la etapa de vida que viene a interrumpir. El momento en el que Bryant empezaba a diversificar sus proyectos, sus búsquedas y los modos de compartir su experiencia. Quedará sólo en el dominio de lo irreal la realización de muchos de estos proyectos y el desarrollo de varias vidas que, claramente, tenían todavía mucho que ofrecerle al mundo.