Allá por el 97, cuando la mayoría de los millennials éramos niños, The Verve, banda británica, se dio a conocer con el éxito Bitter Sweet Symphony, sin duda un clásico del rock a nivel mundial.
La canción incluye el sampleo de un fragmento de la versión en orquesta de The Last Time de los legendarios Rolling Stones, cuestión que fue autorizada en su momento. Eventualmente, el entonces manager de los Rolling, Allen Klein, decidió demandar a la banda pues le parecía que se había tomado más de la canción de lo acordado. Así, las regalías millonarias del tema, quedaron en manos de la banda.
Tras veinte años, y por medio de un acercamiento de Ashcroft con Keith Richards y Mick Jagger, las leyendas del rock decidieron devolver los derechos y regalías del tema a Ashcroft, quien lo anunció en Twitter diciendo que se trataba de un «amable y magnánimo gesto» por parte de las leyendas. Reconoce el modo tan peculiar en que se sucedieron los eventos y los declara una «reafirmación de vida» sólo para cerrar con la frase: «la música es poder».
Bitter Sweet Press Release. ✌? pic.twitter.com/NnmiGf8e6C
— Richard Ashcroft (@richardashcroft) May 23, 2019