Uno de los músicos mejor reputados y más respetados por su incansable búsqueda social está de regreso con Bloody Bloody Border. Una canción que critica y pone en tela de juicio la situación fronteriza a la que se enfrentan millones de americanos al estar en busca de una vida mejor.
La canción con un beat caribeño que evoca las notas del reggae, contrasta con una letra, interpretada y escrita en inglés, simple pero clara y potente que denuncia las situaciones que se viven en el mundo; en específico las dificultades migratorias y las terribles condiciones en que se tiene a miles de inmigrantes, niños y adultos, en el estado de Arizona.
En respuesta a las recientes decisiones legislativas que han criminalizado la inmigración de manera alarmante, ofrece una idea de cómo deberíamos compartir nuestro mundo sin egoísmos y haciéndonos conscientes de que somos una misma especie humana, con frases como «la libertad no es un crimen».
No se adelanta que este sea el principio de un nuevo material discográfico del ex integrante de la legendaria Mano Negra, sin embargo, es claro que la vida creativa musical del buen Manu está tan avispada como siempre. El músico lleva 10 años sin publicar un álbum como tal y parece encontrarse muy bien así.