Hace unas semanas te compartimos el primer trailer de la última temporada de Jessica Jones, tras la extinción de la sociedad Marvel-Netflix. Esta tercera temporada había manejado con algo de misterio, aunque con claridad, los detalles sobre el villano que nos esperaba para la entrega final de la serie pero ahora tenemos nuevos detalles.
Gregory Sallinger un personaje que, siguiendo las imágenes del trailer que te compartimos, está empeñado en mostrar un retrato de Jessica Jones como lo que «realmente es»: una criminal y una farsa. Sallinger trata de romper con la imagen pública de Jones con particulares, y preocupantes, tendencias psicopáticas que lo convierten en un acosador que pone en peligro la vida de una Jessica Jones que intenta reconstruir sus relaciones humanas, en especial, con Trish, su amiga, prácticamente hermana, que cada vez más se acerca a una iteración de Hellacat, su versión en los cómics.
Las imágenes nos muestran a un individuo obsesionado, conflictuado y que repite constantemente «no puedes comprenderme». En los cómics Sallinger (escrito en las historietas con una l) es la segunda versión del villano Foolkiller. El primer Foolkiller era un fanático religiosos que creía que Dios lo había elegido para matar a todo aquel que pudiera considerarse un pecador, el criterio, claro, era el suyo personal. El villano original murió de manera misteriosa en un accidente.
Gregory Sallinger, en la versión de los cómics, conoció la historia del primer Foolkiller por medio de un compañero de celda, tras ser arrestado por conductas desordenas, y decidió robar el equipo del original para convertirse en el nuevo Foolkiller. Su versión del villano no es ya religiosa, el define a sus víctimas ya no como «pecadores» sino como «tontos» que «carecen de poesía en su alma».
Tanto la versión original como la de Sallinger tienen como arma especial la pistola de purificación, algo así como una pistola de rayos láser. La versión de Sallinger puede entenderse como un justiciero idealista que bajo una magnificación de algunas de sus convicciones combinada con una inestabilidad mental notable dan como resultado la versión que Jessica Jones nos presenta.
Sin embargo, esta versión se inclina más hacia la psicopatía que se deriva de un desarrollo con maltratos y abusos que lo hacen distante de los demás seres humanos además de sentirse superior pues exhibe una inteligencia y astucia especiales que le hacen ver a los demás como inferiores. Disfruta torturar psicológicamente a sus víctimas y, como un asesino serial que es, colecciona fotos de sus víctimas tomadas antes de terminarlas.
Sin duda un complejo e interesante personaje que permite hacer algunos paralelos sociales de la mano de Jessica Jones y que al ser bien llevado a la pantalla es una buena apuesta para terminar esta gran serie, que se vio más afectada por The Defenders que apoyada, en una de sus más altas notas. La última temporada de Jessica Jones ya está disponible en Netflix.