La dupla compuesta por Trey Parker y Matt Stone ha probado ser efectiva por tantos años que no sorprende que Viacom haya decidido renovar a South Park por algunos años más. Con su criticada y en extremo ácida sátira la serie tiene muchos detractores pero, no obstante, ha probado la calidad de sus realizadores con una nominación a los Premios de la Academia por la canción Blame Canada, parte de su película de 1999 South Park: Bigger, Longer & Uncut, y por la multipremiada obra musical The Book Of Mormon, también creada por la dupla más Robert López, ganadora como Mejor Musical (y otros ocho premios más) en los Tony Awards y el Grammy al Mejor Álbum de un Musical de Teatro.
Tras el anuncio los creadores reconocieron que se trata de un momento muy complicado para la industria de la televisión y que con las nuevas ofertas que se abren resulta complicado mantenerse y no entrar en los rubros de la nueva «cultura de la cancelación» que ha visto ir y venir muchos proyectos (algunos muy buenos) tras sus primeros capítulos (incluso algunos antes de su estreno) en los últimos años.
En cuanto al futuro de la serie dicen nunca haberse sentado a definir una fecha específica para dejar de hacerlo pero, según Stone, hoy a sus 48 y 50 años, «no creo que estemos haciendo este show cuando tengamos 60 años». Dejarán, dicen, llevarse por el momentum que las temporadas futuras vayan encontrando, lo que ha sido su fórmula hasta hoy. Entre los futuros capítulos se encontrará su capítulo número 300, aunque no revelaron si harán algo especial para el mismo, pero es seguro que no pasará desapercibido.
Además, añadieron que tienen la intención de realizar una nueva película después de su lanzamiento de 2004, Team America: World Police. Dijeron, «nos vemos a nosotros mismos como cineastas, y es como, todo mundo está haciendo TV ahora» pero sin que eso les implique un especial interés por volcarse a las nuevas plataformas de streaming. Respecto a su proyecto fílmico no revelaron mucho pero aseguraron tener » realmente jodidas ideas matadoras» («really fucking killer ideas»), eso sí, no relacionadas específicamente con South Park.