Jordan Peele, principalmente conocido como comediante, sorprendió a todos al ganar el Oscar a mejor guión con su película de terror Get Out. Una película de suspenso, sátira y terror psicológico que recordó de lo que es capaz el cine de terror más allá de los meros saltos y sustos.
Su trabajo le dio una reputación suficiente como para ser el encargado de la nueva versión de la Dimensión desconocida que está próxima a estrenarse, además de continuar con su famoso show Key & Peele, e incluso participar en el doblaje de Toy Story 4 y otros proyectos de Disney.
Para un artista tan multifacético el reto de superar lo ya logrado no es sencillo y es ahí donde se insertan las críticas a su nueva película, Us. Una película que sigue la premisa del doppelganger, es decir, la idea de que existe una versión maligna de ti mismo y, al mismo tiempo, es una película de terror del tipo home invasion, es decir, la invasión al hogar que representa, evidentemente, la propia intimidad y el resguardo personal.
Se ha dicho que la película trata de ser muy ambiciosa y que finalmente no logra su cometido, que intenta generar un terror basado en una analogía política pero que en realidad no lo logra y termina por dejar en mejor lugar al anterior éxito de Peele. La decepción, al parecer, viene de dos lugares: esperar que Peele en su corta carrera se convierta en el nuevo Hitchkcock, así de golpe, y esperar que esta película sea igual que Get Out. Acá se exige una mayor atención a la trama y el concepto de fondo que se trata de transmitir depende de mayor proceso que la primer obra que conocimos de este autor de terror.
Sin embargo, aunque las críticas han sido claras, no son mayoría. Las reseñas que exaltan las virtudes de este film son más. Éstas enfatizan que la película no usa las fórmulas clásicas del terror lo cual la convierte en una película muy fresca y propositiva.
Asimismo, se ha destacado la actuación de la ganadora del Oscar Lupita Nyong’o al lograr representar dos perfiles diferentes entre sí pero muy bien definidos y con una consistencia muy bien lograda, a pesar de ser totalmente opuestos.
También se ha destacado la voz social que se encarga en esta película que permite a Peele generar una crítica profunda al momento político que se vive en Estados Unidos por medio de una premisa terrorífica.
En términos técnicos la fotografía requirió de adaptaciones específicas que muestran el compromiso con los encuadres pulcros y perfectos que se logran en esta película. Por su parte, la música es también precisa y genera la ambientación adecuada. Finalmente, la dirección y guión resultan también excelentes y ponen esta película en consideración automática para los próximos premios de la Academia.
Conclusión.
Una verdadera película de terror no por su uso de las fórmulas comerciales de estridencia, adrenalina y saltos, sino por los efectos de carácter reflexivo y psicológico que genera y, al tiempo, una muestra de las bases y potencia de la escritura de Jordan Peele que se ha atrevido a reinterpretar el terror pero, más loable aún, ha logrado hacerlo con sus películas.