Por fin llegó el día, después de una muy activa campaña promocional, con adelantos cautivadores y variados como Lately, Walking In The Dark, Salted Caramel Ice Cream y el recién estrenado video de Wedding Bells, que te presentamos a continuación, la banda inglesa está de regreso con un extenso álbum que exhibe un sonido muy bien trabajado y que se ha consolidado con los años.
El álbum, con 17 temas y una extensión casi de una hora, es un joya de principio a fin con la fuerza de lo sintetizadores y el diseño de sonido electrónico y el ritmo y maleabiliad de las percusiones, las guitarras y los bajos combinados de manera precisa, atinada y armónica. En esa construcción melódica la voz de Joseph Mount se encarga de poner el golpe final, el sello de oro que lo mismo puede ponerse melancólica y emotiva, cautivadora e íntima, que estridente y rebelde, gritada y potente.
El material transcurre suavemente, sin que te des cuenta te lleva de un entorno a otro, con temas que descansan en estructuras más poperas, otras más reockeras, otras más dance y funky, otras instrumentales y puramente electrónicas y así va construyendo su experiencia que merece la pena sentarse a disfrutar con calma y atención a todo lo que estos músicos han puesto en esta producción.