Algo que ha caracterizado a la música de Francisca Valenzuela desde sus inicios es la capacidad que tiene la particular combinación entre su voz y su piano de expresarse dulce, irreverente, emotiva, sensual, profunda, rebelde y hasta contestataria. Es por eso que La Fortaleza no podía quedarse atrás como la expresión de esta singular versatilidad de la chilena.
Compuesta por 14 tracks, la nueva producción musical de Valenzuela es una muestra más de los varios rangos musicales que alcanza y de las diferentes atmósferas en las que nos puede envolver con su música. Así, por poner un ejemplo de sus atinados contrastes, Tómame resulta una estimulante expresión de la pasión fuerte, audaz y admirable de las mujeres, mientras Flotando es una expresión del hondo romanticismo con el que a veces se expresa el amor; y todo ello como parte de un álbum bien ensamblado que transcurre lleno de espíritu y juegos rítmicos que coquetean con el blues, con el soul y hasta con cierto eco del jazz pero también con notas andinas, propiamente latinas y estructuras bien heredadas del rock pop.
Así, durante sus 48 minutos de duración, La Fortaleza se presenta como una franca expresión de la intimidad de una música que no deja de entregarse en sus letras y su ritmo. Alimentando, así, las expectativas por ver en vivo a la cantante presentando estos temas. Por suerte, para los mexicanos, la tendremos en nuestro país el próximo marzo durante el próximo Vive Latino 2020 por el que, ahora, no podemos esperar más.